Almacenar correctamente los alimentos que tenemos en casa nos permite consumirlos de forma segura y evitar su desperdicio.
Aquí te damos algunos consejos para que puedas aprovecharlos al máximo y ahorres dinero; porque si guardas bien los alimentos, evitas que se echen a perder y puedes planificar mejor tus compras.
"Lo primero que entra es lo primero que sale"
Esa es la regla primordial que nos permitirá una buena rotación de los productos y descartar aquellos que ya vencieron, ya sea en la despensa, el refrigerador o el congelador.
Los refrigeradores son importantes para enfriar y conservar los alimentos. Por ejemplo, la carne es un alimento que debe mantenerse bajo los 5°C para evitar que se multipliquen los microorganismos que la deterioran.
Recomendaciones para ordenar tu refrigerador:
Preocúpate que exista una buena circulación de aire entre los alimentos.
No almacenes alimentos calientes.
Protege los alimentos con una tapa o con papel aluminio o plástico.
Revisa que la temperatura del refrigerador sea adecuada para el lugar donde vives y la época del año.
Trata de dividir los espacios del refrigerador en sectores: los alimentos crudos almacénalos abajo y los cocidos arriba.
Al comprar productos que requieren refrigeración, evita que pasen más de dos horas a temperatura ambiente.
Es ideal que los alimentos secos y enlatados se guarden en un mueble especialmente dedicado para ello, que esté a temperatura ambiente y esté protegido de la humedad.
Recomendaciones para ordenar tu despensa:
Procura mantener los alimentos en sus envases originales.
Lo óptimo es que haya un espacio de 20 cm entre pisos y paredes.
El lugar de almacenamiento debe mantenerse a una temperatura entre 10°C y 21°C.
Evita los ambientes húmedos.
Los congeladores son electrodomésticos que sirven para congelar y conservar alimentos a temperaturas muy bajas. Puede ser una unidad independiente o puede ser una parte del refrigerador.
Recomendaciones para congelar alimentos de manera segura:
Almacenar el alimento rápidamente si no será utilizado de inmediato.
En lo posible, mantener el envase original del alimento para conservar, su fecha de elaboración y la de vencimiento. Si se cambia el envase, siempre hay que etiquetar su contenido y señalar su fecha de elaboración o vencimiento.
No congelar más de una vez el mismo alimento, ya que cuando el alimento se descongela aparecen microorganismos que lo contaminan.
Es mejor porcionar el alimento antes de congelarlo.
No se debe sobrecargar el congelador.
Hay que abrir la puerta solo cuando sea necesario.
Siempre hay que verificar la temperatura del congelador